Las cuatro estaciones del año tienen significados etimológicos que se derivan de sus nombres en latín:
1. Primavera: El término «primavera» proviene del latín «prima» (primero) y «ver» (verdor o crecer). En conjunto, «primavera» significa «el primer verdor» o «el primer crecimiento», haciendo referencia al renacimiento de la naturaleza y al crecimiento de las plantas después del invierno.
2. Verano: La palabra «verano» proviene del latín «veranus», que está relacionada con «ver», que significa calor. El verano es la estación caracterizada por temperaturas más altas y días más largos, por lo que su nombre hace referencia al calor asociado con esta época del año.
3. Otoño: El término «otoño» proviene del latín «autumnus», que se deriva de una raíz indoeuropea que significa «cambio». El otoño es la temporada en la que los días comienzan a acortarse y las hojas de los árboles cambian de color y caen, lo que refleja el cambio característico de esta estación.
4. Invierno: La palabra «invierno» también tiene sus raíces en el latín, en la palabra «hibernum». Este término está relacionado con «hibernar», que significa entrar en un estado de letargo o dormir durante el invierno. El invierno es la estación más fría del año, cuando muchas criaturas y plantas entran en un período de inactividad.
Estos significados etimológicos reflejan la relación entre las estaciones y los cambios naturales que ocurren a lo largo del año, como el crecimiento de las plantas, el calor, el cambio de las hojas y la inactividad invernal.
¿Cómo afecta al ánimo?
El otoño, con su transición de días soleados y cálidos a un clima más frío y oscuro, puede tener un impacto significativo en la salud mental de las personas. Aunque no soy un experto psicólogo, puedo ofrecer algunas reflexiones sobre cómo esta estación puede relacionarse con las enfermedades mentales.
En primer lugar, la disminución de la luz solar durante el otoño puede desencadenar trastornos del estado de ánimo, como la depresión estacional. La falta de exposición a la luz solar puede afectar la producción de serotonina en el cerebro, lo que puede contribuir a síntomas de tristeza, fatiga y cambios en el apetito.
Además, la vuelta a la rutina después del verano y la presión de cumplir con las expectativas sociales en las festividades de fin de año pueden aumentar el estrés y la ansiedad. Esto puede ser especialmente desafiante para quienes ya luchan contra trastornos de ansiedad o trastornos del estado de ánimo.
La soledad también puede agravarse en otoño, ya que las actividades al aire libre disminuyen y las personas tienden a aislarse más en sus hogares. Esto puede ser un desencadenante para la depresión y la ansiedad social.
En resumen, aunque el otoño puede ser una estación hermosa, su llegada también puede tener implicaciones para la salud mental. Es importante reconocer estos desafíos y buscar apoyo profesional si es necesario para mantener una salud mental óptima durante esta temporada.
Es la intervención en el programa de radio “Hoy por Hoy nuestra Tierra” del 28/09/2023 de la #cadenaser.
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Puedes escuchar el podcast original en la Cadena Ser: https://cadenaser.com/audio/1695904625446/